Como todos los años, esta San Silvestre no tienen carácter competitivo y es un paseo "singular" por el pueblo, donde a los participantes les dan un gorrito de Papá Noel y un puñado de caramelos para repartir a la gente que los está viendo.
En el grupo resuenan con especial intensidad los cencerros que llevan colgados algunos de los participantes, sobre todo, los que abren y cierran el grupo.
En fin, una San Silvestre divertida y nuy animado.
Al final del "paseo" todos los participantes reciben algún obsequio, éste año un libro sobre "Los Pirineos" y finalmente se brinda por el año que acabamos y por el que estamos a unas horas de comenzar acompañando a unos dulces, lógicamente, los típicos de estas fechas.
Saludos;
Manuel Ramo.
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